Esta es una pregunta recurrente a lo largo de nuestra vida. En especial durante los cambios de etapa como mudanzas, cambios de país o matrimonio.
En vez de entrar en un intricado análisis sobre si es conveniente una por sobre la otra, te voy a compartir los pros y los contras que he recogido a lo largo de mis 10 años de experiencia en el mercado inmobiliario y que te dibujará claramente el panorama para que puedas tomar la decisión que mejor se adapte a tus intereses. Pasemos entonces a la comparativa
Alquilar:
Alquilar requiere menos dinero. Esta es la opción más viable para nuevas parejas, estudiante y personas que recién se independizan. También si quieres probar una zona antes de evaluar si invertir en la propiedad.
Te da movilidad. Esta opción es muy útil si eres una persona de espíritu libre o un ejecutivo que se mueve con frecuencia entre países o trabajas para una transaccional. Con el incremento del trabajo remoto cada vez se ve más que las personas jóvenes no invierten en la compra de propiedades (especialmente los millenials) porque se mueven entre países con bastante más frecuencia de lo que lo hacía la gente de la misma edad 30 años atrás.
El papeleo es más rápido. Si no te llevas bien con el papeleo bancario y no eres muy organizado para mantener archivadas tus solvencias pagos y recibos tal vez esta pueda ser una opción para ti. Solicitar un hipoteca conlleva la elaboración de una carpeta con varias referencia y documentaciones (alguna de las cuales vencen) por lo que puede ser engorroso si no tienes experiencia.
Puedes vivir en un mejor inmueble con una menor inversión económica. Esta es una de las razones atractivas para rentar en mi experiencia, ya que puedes acceder a un apartamento super lujoso por un monto bastante menor de lo que implicaría comprarlo. Esto beneficioso para personas que están comenzando a escalar en la escala adquisitiva y quieren proyectarse mejor desde le punto de vista de negocios.
Los movimientos de altas y bajas del precio de venta no te afectan directamente. Esta es una razón bastante poderosa a la hora de la disminución de riesgo para mis clientes, en especial los que disponen de ingresos propios que generan de forma independiente. De esta forma no se ven impactados por cosas como aumento en las tasas de interés bancario, incremento de materiales de proyectos o aumentos o descensos en el precio final de venta de una propiedad.
Comprar:
Te da estabilidad. Esta es una de las razones de mayor peso para tomar esta decisión, en especial si eres extranjero o ya estableciste una familia y es hora de crear un patrimonio que les brinde estabilidad. Te incentiva a ahorrar. Comprar una propiedad definitivamente te enseñara a comprender mejor cómo funciona el dinero y te incentivará a crear conciencia financiera sobre instrumentos de ahorro y cómo mejorar / aumentar tus ingresos para reunir la cuota inicial.
Al ser un activo fijo puedes decidir si la usar para vivir alquilar o vender. Esta es una de las principales razones de adquirir una propiedad, poner el dinero a trabajar para ti. Un reporte en el 2014 de la firma Capgemini y RBC Wealth Management, dice que los bienes raíces constituyen el medio preferido de inversión para los latinoamericanos a lo que le sigue las inversiones de resta fija.
Puedes reformarla y redistribuirla a tu gusto. Este es el apartado preferido de las mujeres. ¿Quién no ha querido rehacer su cocina o un baño? Lo mejor de tener una propiedad propia es que puedes adaptarla a tu gusto no sólo en colores sino en distribución y mejoras como vestiers, convertir cuartos en estudios de trabajo ¡y mejorar los ambientes comunes!
Las compensaciones de jubilación no cubren el costo de un alquiler. Este es el apartado de riesgo de este segmento y es que las pensiones de jubilación están muy lejos de llegar a cubrir la renta mensual de un alquiler. Es por esta razón que si ya estás en la mitad de tus 30’s es una buena idea comenzar a pensar en una propiedad donde estar libre de preocupaciones en los últimos años de tu vida.
Esto ha sido todo por hoy. Espero que este artículo te haya ayudado a despejar tus dudas sobre qué escenario te viene mejor, y tomes la decisión más acertada y sobre todo ¡la que más te haga feliz! ¡Hasta la próxima!